Las fintech están cerrando la brecha financiera y fomentando el desarrollo económico en países en desarrollo.
La inclusión financiera es uno de los retos más grandes para las economías en desarrollo. Con más de 1.400 millones de personas sin acceso a servicios bancarios según el Banco Mundial, las fintech están desempeñando un papel clave en la reducción de esta brecha. En Perú, el impacto de estas tecnologías es evidente, con un incremento del 25 % en la bancarización gracias a plataformas digitales.
Las fintech no solo facilitan la apertura de cuentas bancarias sino que también introducen productos adaptados a las necesidades de sectores desatendidos, como microcréditos y seguros asequibles. Estos servicios están ayudando a las personas a participar en la economía formal y a mejorar su calidad de vida.
A pesar de los avances, aún queda trabajo por hacer. La falta de educación financiera y la infraestructura limitada son obstáculos que deben superarse para garantizar que las fintech alcancen su máximo potencial. Sin embargo, los esfuerzos conjuntos entre el sector privado, las autoridades y las comunidades son un indicio de que el cambio es posible.
El rol de las fintech en la inclusión financiera no solo es una solución al problema del acceso, sino también una oportunidad para fomentar el desarrollo económico y social en regiones vulnerables.
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