El agro peruano empieza a digitalizar pagos, créditos y compras desde el celular.
El avance de las agrofintech en el Perú empieza a cambiar realidades que parecían inamovibles. Hoy, cientos de productores agrícolas en regiones como Cajamarca, Ayacucho y Junín usan apps móviles para solicitar crédito, pagar por fertilizantes o incluso vender sus productos, todo sin moverse de su chacra. Lo que antes requería trámites engorrosos o traslados a la ciudad, ahora ocurre desde el celular.
Estas plataformas ofrecen soluciones diseñadas especialmente para el campo, con lenguaje accesible, geolocalización y modelos de análisis adaptados a las condiciones productivas del agricultor. No evalúan solo el historial bancario, sino también ciclos agrícolas, historial de cosechas y redes comerciales, lo que facilita el acceso al sistema financiero.
Además del crédito, las finanzas rurales están siendo impulsadas por billeteras digitales que permiten pagar y cobrar sin necesidad de efectivo. Esto mejora la seguridad, reduce los costos operativos y genera datos útiles para futuras decisiones. Algunos agricultores incluso ya automatizan pedidos a distribuidores o programan pagos a trabajadores por jornada.
El crecimiento de estas herramientas en los próximos meses podría redefinir la relación entre el sector agro y la banca. Si la tendencia se mantiene, noviembre y diciembre verán una expansión clave en el uso de agrofintech, empujando la transformación digital de uno de los sectores más olvidados y estratégicos del país.
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