El uso de códigos QR se expande en el Perú y gana terreno en sectores informales y rurales
Lo que empezó como una solución de pago en cafeterías o supermercados ahora se está extendiendo a nuevos espacios: transporte público, ferias barriales, colegios particulares y hasta mercados rurales. El pago con código QR se consolida en el Perú como una alternativa simple, rápida y sin fricciones, especialmente en zonas donde el efectivo ha sido históricamente dominante.
Según reportes de la Asociación de Bancos del Perú, la adopción de QR en el sector informal creció más de 40 % en el último año, gracias al impulso de plataformas como Yape, Plin y nuevas billeteras asociadas a entidades cooperativas. Esta expansión ha sido posible por el desarrollo de interoperabilidad, lo que permite que distintos códigos funcionen con diversas apps, eliminando la barrera de "no tengo tu mismo banco".
El avance también está ligado a la reducción de costos: ya no se necesita un POS ni conocimientos técnicos para aceptar pagos digitales. Con solo imprimir un cartel con un QR estático, un negocio puede cobrar al instante. Esta democratización del acceso financiero digital no solo agiliza las ventas, sino que también mejora el registro de ingresos y abre puertas a futuros créditos. El QR ya no es futuro: es presente y está en todos lados.
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